LOS ELEMENTALES

¿Alguna vez has oído hablar de "los elementales"? ¿Quieres saber quiénes son? Seguro que ya lo sabes, pero aquí podrás volver a recordar  brevemente tu infancia, y redescubrir a estas  maravillosas criaturas.



Los elementales son seres espirituales que viven en los elementos. No son buenos, pero tampoco son malos. Son tal y como es la naturaleza, y como las personas se comportan con ellos, así se comportan ellos con las personas. No en vano, lo largo de la historia, muchos son los seres humanos que afirman haber mantenido un encuentro con alguno de estos fantásticos seres. Naturalmente no podemos verlos, pues se suponen que habitan en un plano espiritual. Pero lo que sí debemos hacer es respetarlos, pues aunque no podamos verlos, eso  no significa que no existan. De echo, me gustaría pensar que es así, y que todavía existe algo de magia en este mundo caótico. 

ELEMENTALES DEL AIRE



Los sílfos y sílfides son las criaturas que habitan en los vientos. Son capaces de provocar tormentas y huracanes si se les enfada, o hacer soplar una leve brisa para refrescar el rostro de sus amados humanos. 
Los nuberus o genios de las nubes viven en ellas, usándolas como si fueran de algodón. Ellos son los causantes de las lluvias, y los responsables de filtrar el agua del mar para que caiga a la tierra como agua dulce.
Las hadas también son espíritus del elemento Aire, porque usan éste para poder desplazarse, por esa razón se las representa con alas de insecto o mariposa. Sin embargo, ellas viven en los bosques, pues su misión consiste en cuidar de la foresta y la naturaleza.


ELEMENTALES DE LA TIERRA



Se cree que los Gnomos, pequeños homúnculos que no miden más de un palmo, nacen directamente de la tierra. Viven en cuevas o en agujeros en los árboles, aunque a veces se les puede descubrir bajo las setas de los bosques, de las cuales son muy aficionados.

Otros tipos de homúnculos son los duendes, pixies y trasgos. Les gusta vivir cerca de los seres humanos bondadosos. Sin embargo, como vean que los humanos con los que conviven faltar al respeto de alguna manera a la naturaleza, su ira puede ser terrorífica o incluso mortal.
Los gigantes de piedra también son elementales de la tierra. Ellos permanecen dormidos, pues el tiempo y el espacio es diferente en su mundo y en el nuestro. Aunque a veces se mueven mientras sueñan, lo que da origen a los terremotos.



ELEMENTALES DEL FUEGO


Las salamandras son las criaturas que habitan el fuego. Ellas viven directamente en las llamas, por lo que resulta prácticamente imposible para ellas mantener cualquier tipo de contacto con los seres humanos.
Otros elementales del fuego muy poderosos son los dragones. Considerados como sagrados y los padres de muchas culturas humanas, los dragones han sido odiados, temidos, amados y reverenciados a partes iguales por el hombre. Pues, como ocurre con todos los elementales de la naturaleza, los dragones pueden ser benévolos, o desatar su ira mortal si es preciso. 
Los fuegos fatuos son geniecillos del fuego, que se manifiestan en forma de bola o luz incandescente, para perder a caminantes o asustar a incautos viajeros.

ELEMENTALES DEL AGUA



Sirenas y nereidas, son las más famosas entre los humanos, pues los marineros dicen encontrarse muchas mientras exploran los siete mares. Tienen fama de devorar a los seres humanos, aunque no se han hallado pruebas de que tal acusación sea cierta. Es importante no hacer enfadar a las sirenas, o pueden levantar grandes olas para que los barcos zozobren.
Las ninfas son pequeñas y delicadas criaturas que habitan en los arroyos y fuentes de agua pura y cristalina. Sólo se muestran a aquellos humanos que son bellos de sentimientos y humildes de corazón.
Las ondinas habitan en los ríos y tienen apariencia humana. Pueden convivir algún tiempo entre nosotros, pero nunca llegan a congeniar del todo con el ser humano. Necesitan el agua cerca, porque sin ella morirán sin remedio.


Los cuatro elementos están representados por estas criaturas. Los elementales que deberían residir en el quinto elemento, el espíritu o el amor universal, deberían ser los seres humanos. Pero el hombre perdió su camino, entró en el reino material y dejó atrás su pasado  dentro de la fuente que todo lo creó. Y así olvidó su esencia y su destino, hace mucho, mucho tiempo...


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