Esta mañana he tenido problemas con algunas compañeras de trabajo. Soy una persona alegre, me gusta reír y necesito pasarlo bien siempre, todos los días, porque si no me deprimo y me vengo abajo. Pero algunas personas confunden eso con niñerías. Y yo odio las niñerías. sobre todo las de tipo " fulanita me ha dicho que has dicho que...".
Cuando la peña empieza así es que no puedo con ella, sobre todo porque ponen en tu boca cosas que ni siquiera has pensado, mucho menos has dicho nunca. No necesito que nadie hable por mí porque generalmente digo lo que me sale del potorro y a quien me apetece. Nunca escondo mis pensamientos ni sentimientos, caiga quien caiga. Así que no necesito que nadie opine ni piense por mí, ni que hable por mí tampoco. A veces creo que a la gente le gustan los problemas y las peleas, porque si yo fuera de otra manera quizá podía haber reaccionado violentamente. O sea, liarme a pimientazo limpio. Y con razón.
Y no quiero que eso suceda porque me conozco; no domino bien mis fuerzas, soy muy fuerte y me enajeno, y soy capaz de matar a alguien de un mal golpe. Y no quiero ir a la cárcel por una discusión tonta ni dejar a un crío sin su madre, simplemente.
Aún así he decidido pasar del tema de las niñerías de las niñatas y de sus comentarios chorras y centrarme en la gente que verdaderamente me importa y me cae bien, y punto. Prefiero tener pocas amigas y buenas que muchas y falsas.
Una de ellas me ha comentado que creía que yo le tenía envidia, pero nada más lejos de la realidad; lo siento por ella pero no es así. Las personas que trabajan en un almacén no son precisamente mi modelo a seguir ni a encelar.¿Por qué las personas se empeñarán en creer que son el centro del universo? No lo sé. Hablemos de eso, hablemos un poco de las envidias. Quiero contaros a quién envidio.
Le tengo unos celos terribles a J.K. Rowling. Es la creadora de Harry Potter. No por su dinero; no creáis mal, no soy tan materialista. Envidio a esta chica porque ha sido capaz de hacer soñar a una generación entera de personas sólo con lo que salía de su mente. Eso es maravilloso. Esa forma de conectar con el resto de la humanidad por un personaje inventado por ti es algo increíble. Muchas personas soñando lo que tú has soñado antes. Una generación entera ha leído lo que has escrito. Me da muchísima envidia, y me parece algo increíble. Me encantaría que me pasara algo así. Supongo que a todos los escritores nos gustaría.
A mi hermana Rosi le fascinaba la saga de Harry Potter; era una super fan de las películas y de los libros de Rowling. Y hablaba de ellos con tal entusiasmo que yo pensaba: dios, cómo me gustaría que un día alguien amara tanto una de mis historias, o uno de mis personajes, o una de mis tramas. Sería estupendo... Y un nudo atenaza mi garganta aún al día de hoy.
Otra persona a la que envidio profundamente es a Inva Mula Tchako. Es una cantante de ópera Albanesa con una voz increíblemente privilegiada. Una de esas clases de voces que sería un sueño maravilloso para cualquiera poder tener.
Ella le puso la voz a la diva Plavalaguna, la extraterrestre azul del Quinto Elemento, aquella que cantaba.
Se sabe poco de la vida privada de esta chica. Lo único es que a podido vivir de la ópera, trabajando con su maravillosa voz. Es genial.
Si no habéis visto la película de EL Quinto Elemento podéis seguir este enlace de Youtube y ver el trozo de la película del que os estoy hablando:
Bueno, os comento que al ir en el coche he pasado tanto calor que me han entrado unas ganas enormes de meterme en la piscina; el solecito y el olor del mar también acompañaban. Que lástima que el aire soplara congelado, que si no... que ganas de nadar!
Como he adelgazado bastante, creo que este verano me compraré un bikini negro o rojo, que son dos colores que me sientan muy bien. Estoy deseando que llegue el buen tiempo para meterme en el agua.
Eso es otra cosa que me da una envidia terrible: quien tenga una piscina climatizada en la que poder nadar todos los días del año, aunque fuera hiciera frío, qué más da...
Cuando la peña empieza así es que no puedo con ella, sobre todo porque ponen en tu boca cosas que ni siquiera has pensado, mucho menos has dicho nunca. No necesito que nadie hable por mí porque generalmente digo lo que me sale del potorro y a quien me apetece. Nunca escondo mis pensamientos ni sentimientos, caiga quien caiga. Así que no necesito que nadie opine ni piense por mí, ni que hable por mí tampoco. A veces creo que a la gente le gustan los problemas y las peleas, porque si yo fuera de otra manera quizá podía haber reaccionado violentamente. O sea, liarme a pimientazo limpio. Y con razón.
Y no quiero que eso suceda porque me conozco; no domino bien mis fuerzas, soy muy fuerte y me enajeno, y soy capaz de matar a alguien de un mal golpe. Y no quiero ir a la cárcel por una discusión tonta ni dejar a un crío sin su madre, simplemente.
Aún así he decidido pasar del tema de las niñerías de las niñatas y de sus comentarios chorras y centrarme en la gente que verdaderamente me importa y me cae bien, y punto. Prefiero tener pocas amigas y buenas que muchas y falsas.
Una de ellas me ha comentado que creía que yo le tenía envidia, pero nada más lejos de la realidad; lo siento por ella pero no es así. Las personas que trabajan en un almacén no son precisamente mi modelo a seguir ni a encelar.¿Por qué las personas se empeñarán en creer que son el centro del universo? No lo sé. Hablemos de eso, hablemos un poco de las envidias. Quiero contaros a quién envidio.
Le tengo unos celos terribles a J.K. Rowling. Es la creadora de Harry Potter. No por su dinero; no creáis mal, no soy tan materialista. Envidio a esta chica porque ha sido capaz de hacer soñar a una generación entera de personas sólo con lo que salía de su mente. Eso es maravilloso. Esa forma de conectar con el resto de la humanidad por un personaje inventado por ti es algo increíble. Muchas personas soñando lo que tú has soñado antes. Una generación entera ha leído lo que has escrito. Me da muchísima envidia, y me parece algo increíble. Me encantaría que me pasara algo así. Supongo que a todos los escritores nos gustaría.
A mi hermana Rosi le fascinaba la saga de Harry Potter; era una super fan de las películas y de los libros de Rowling. Y hablaba de ellos con tal entusiasmo que yo pensaba: dios, cómo me gustaría que un día alguien amara tanto una de mis historias, o uno de mis personajes, o una de mis tramas. Sería estupendo... Y un nudo atenaza mi garganta aún al día de hoy.
Otra persona a la que envidio profundamente es a Inva Mula Tchako. Es una cantante de ópera Albanesa con una voz increíblemente privilegiada. Una de esas clases de voces que sería un sueño maravilloso para cualquiera poder tener.
Ella le puso la voz a la diva Plavalaguna, la extraterrestre azul del Quinto Elemento, aquella que cantaba.
Se sabe poco de la vida privada de esta chica. Lo único es que a podido vivir de la ópera, trabajando con su maravillosa voz. Es genial.
Si no habéis visto la película de EL Quinto Elemento podéis seguir este enlace de Youtube y ver el trozo de la película del que os estoy hablando:
Bueno, os comento que al ir en el coche he pasado tanto calor que me han entrado unas ganas enormes de meterme en la piscina; el solecito y el olor del mar también acompañaban. Que lástima que el aire soplara congelado, que si no... que ganas de nadar!
Como he adelgazado bastante, creo que este verano me compraré un bikini negro o rojo, que son dos colores que me sientan muy bien. Estoy deseando que llegue el buen tiempo para meterme en el agua.
Eso es otra cosa que me da una envidia terrible: quien tenga una piscina climatizada en la que poder nadar todos los días del año, aunque fuera hiciera frío, qué más da...